Conserve
sus fuerzas y energía, manteniéndolas concentradas en un punto más fuerte.
Ganará más descubriendo un rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que
pasando de un yacimiento pobre a otro: La intensidad siempre triunfa sobre la
dispersión. Cuando busque fuentes de poder que puedan promoverlo procure
encontrar siempre el patrón clave único, la vaca lechera que pueda ordeñar
durante largo tiempo.
El
mundo esta plagado de divisiones cada vez mayores en los países, en los grupos
políticos, en las familias y hasta en, los individuos. Nos hallamos todos en un
estado de total distracción y dispersión, apenas capaces de mantener la mente
orientada en una dirección determinada sin que nos distraigan y tironeen otras
cien. EL nivel de conflicto del mundo moderno es más alto que nunca y lo
internalizado en nuestra propia vida.
La
solución radica en retirarnos hacia nuestro interior, hacia el pasado, hacia
formas más concentrada de pensar y de actuar. Como escribiera Schopenhauer. “El
intelecto es una magnitud de intensidad, no una magnitud de extensión”.
Napoleón conocía el valor de concentrar sus
fuerzas en el punto más débil del enemigo; ése fue el secreto de su éxito en el
campo de batalla. Pero también su fuerza de voluntad y su mente estaban
modeladas con ese concepto. La perseverancia y la firmeza de propósito, la
total concentración en un objetivo y la
utilización de esas cualidades contra quienes están menos localizados y en un
estado mayor de distracción constituyen una flecha que siempre dará en el
blanco y logrará someter al enemigo.
Casanova
atribuyó su éxito en la vida a su capacidad de concentrarse en un único
objetivo y presionar hasta que se diera a sus deseos. Fue su habilidad para
entregarse por completo a la mujer deseada lo que lo hacia tan
irresistiblemente seductor. Durante las semanas o los meses que una mujer vivía
en su órbita, no pensaba en nadie más que en ella. Cuando fue encarcelado en
los traicioneros pasadizos del palacio del dux, en Venecia una prisión de la
cual nunca nadie había logrado escapar, Casanova concentró su mente, día y
noche, en un único objetivo: fugarse. Un cambio de celda, que anuló meses y
meses de secreta excavación, no lo desalentó. Persistió y logro escapar. Más
tarde escribió: “Siempre estuve convencido de que, si un hombre se mete en la
cabeza hacer determinada cosa y se consagra en forma exclusiva a ese objetivo,
sin duda logrará, a pesar de todas las dificultades. Ese hombre podrá llegar a
convertirse en gran visir o en papa”.
Concéntrese
en un mismo objetivo, en una sola tarea, y no seda hasta alcanzarlo o
completarla. En el mundo del poder necesitara siempre de la ayuda de otros más
poderosos que usted. Solo el hombre necio revolotea de una persona a otra,
pensando que sobre vivirá si se dispersa. Sin embargo, el corolario de la ley
de concentración es que se ahorra mucha energía y se gana más poder adhiriendo
a una sola y adecuada fuente de poder.
No
se puede dar en dos blancos con una sola flecha. Si sus pensamientos se
distraen, no dará en el corazón de su
enemigo. Es necesario que la mente y la flecha se conviertan en una sola cosa.
Sólo con ese tipo de concentración mental y física su flecha podrá dar en el
blanco y perforar el corazón.
Copia de 48 leyes del poder...
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